¿Qué podemos dar a nuestros hijos en un mundo tan lleno de contrastes? Este poema es un viaje íntimo hacia esa respuesta, una reflexión sobre la responsabilidad y el propósito que nos transforma como padres.

Qué dar

Cuando vi sus ojos, sus pequeños rostros, todo cambió
Aún en la primera y segunda vez, mi mundo se trastocó
Esas caritas parecidas a mi y a mi esposa, tan nuestras, pero de Dios
Esas manitos tan delicadas de quienes sólo esperan ser protegidos

Esos niños que van creciendo y conociendo este mundo
Un mundo caído, donde hay belleza, pero también hay mal
Conocerán la alegría como el día y también el dolor nocturno
Donde somos inexpertos maestros que tendrán que enseñar

Cómo vivir y sobrevivir en esta cruda y difícil realidad
Que llena de mentiras y sin contemplaciones aguarda devorar
Donde llaman bondad a la maldad y a la maldad, bondad
Donde lo normal es anormal y lo anormal hoy es normal

Ahora lo humano es animal y lo animal, humano
Donde el Creador es expulsado y sin más ignorado
Solo con el afán de ser libres según su mente
Pero en verdad, ingenuos esclavos de la Muerte

Entonces entiendo que para vivir aquí, no deben ser del mundo
Para ser libres aquí no deben ser esclavos del sistema vigente
Para tener mentes libres no deben creer todo lo que les dicen
Para ser felices solo existe una forma, conocer la Verdad

Todo padre busca dar a sus hijos lo que necesiten
Pero, los padres no pueden dar lo que no tienen
Yo mismo, por tanto el primer liberado he de ser
Mi deber inicia con la protección de mi propio ser

Para proteger en lugar de abandonar
Para soltar en lugar de retener
Para disciplinar en lugar de lastimar
Para respetar en lugar de imponer

Mas sabiendo esto, con profundo pesar reconozco
Que como todo adulto, un camino accidentado ya padezco
Cual máquina trajinada, el desgaste y daño son inevitables
Las heridas y carencias del pasado me persiguen

Entonces, ¿No hay salida, ni esperanza acaso?
Será que los padres estamos condenados al fracaso
Cierto fuera, si tu vida no tuviera un propósito
Puedes redimirte, si lo deseas, en este momento

Acude al Creador, Autor del valor y la integridad
Confía en Él para volver a comenzar y volver a nacer
Por tus fallas pide perdón y serás liberado
Por tus heridas perdona y serás curado

Así al fin serás libre y tendrás riqueza
Podrás elevarte cada día para ser mejor
Y a tus hijos tendrás mucho para dar
La herencia más sobreabundante que es amar

autor: Alexander Soto