Este poema, titulado «Él es», presenta a Jesús como la respuesta a las necesidades más profundas del ser humano, refleja su papel como guía y esperanza en medio de un mundo lleno de oscuridad y vacío. Una invitación a encontrar en Él la verdad y la vida que trascienden el sufrimiento y la muerte.
Él es
En un mundo hambriento
Que agoniza por no hallar alimento
Lleno de almas sin comida
Él es el pan de vida
En la densa oscuridad
Donde todos han perdido el rumbo
Nadie tiene origen, ni finalidad
Él es la luz del mundo
En su terrible prisión
Donde la libertad es una ilusión
Por maldad y destrucción queda desierta
Él es la puerta
Cuando todos te abandonan
La soledad y la ansiedad te agotan
Y aunque lo niegues, vives en temor
Él es el buen pastor
Pues es seguro que todos mueren
A causa del pecado, por si ninguno sabía
Aunque el sufrimiento y el fin nos esperen
Él es la resurrección y la vida
De las muchas religiones
filosofías y huecas ideologías
Con ninguna a Dios te acercarías
Él es el camino, la verdad y la vida
Hoy la independencia es la meta
Cada cual vive en su propia verdad
Pues creen que de nadie hay necesidad
Él es la vid verdadera
Para que hambre y oscuridad no tengas
Para que de la prisión y soledad salgas
Para que ni la mentira ni la muerte te destruyan
Jesús murió y resucitó, pues Él es Dios
autor: Alexander Soto