Les comparto este poema que nos revela cómo Dios, en su amor eterno, nos conocía y nos tenía en su plan divino desde antes de la creación. Sumérgete en estas líneas que nos recuerdan que hemos sido amados y llamados desde la eternidad.

Antes me conocías

Antes que el universo se expandiera,
antes que el primer amanecer el rocío escurriera,
antes que la primera estrella alguna luz tuviera,
antes que cualquier átomo se moviera,

antes que el sol la tierra calentara,
antes que las mariposas las flores buscaran,
antes que los mares en la tierra irrumpieran,
antes que el viento su estela en las nubes dejara,

sé sin dudas, que Tú me conocías,
mi nombre, mi rostro y mis ojos ya veías;
desde el vientre de mi madre, ya sabías,
y cada instante de mi existencia conocías.

Antes incluso de ser concebido,
mi silueta ya estaba en tu mente;
antes de siquiera haber sonreído,
mi rostro completo tenías presente.

Desde antes que el cosmos fundases,
en lo oculto, en lo que nadie jamás ha visto,
un plan perfecto para hacer las paces,
en lo profundo y eterno estaba previsto.

Para de la muerte y la oscuridad librarme,
por mi nombre, en amor y gracia llamarme,
pagando con sangre mi costoso rescate,
y al fin yo también, en verdad, conocerte.

autor: Alexander Soto