Creo que no puede faltar aquí escribir sobre mi experiencia con Dios, soy cristiano desde hace muchos años, conocí a Dios cuando tenía 12 años aproximadamente, recuerdo muy bien ese día, fue muy importante y de vital importancia para mí.
Recuerdo que unos tíos amigos de mis padres nos invitaron a una iglesia y por la noche fuimos a la reunión, recuerdo que habían varias personas sentadas y estaban escuchando un mensaje, se hablaba sobre la vida cristiana que más que una religión es una experiencia personal con Dios.
Al terminar el mensaje, oramos y en ese momento acepté a Jesús en mi corazón como mi Señor y Salvador personal; y pedí perdón por mis pecados, era un niño pero tuve la convicción en ese momento, que algo especial había pasado.
A lo mejor pensarás que no hay nada extraordinario en esta experiencia, creo que justamente ese es el punto, conocí a Dios, cuando no tenía grandes problemas (aparentemente) y estaba bien, no tengo la historia de terribles dificultades y problemas de drogadicción, alcoholismo o violencia que muchas veces escuchamos contar.
Sea cual fuere tu historia, la realidad es que el pecado es un abismo que nos separa de Dios, el egoísmo, el orgullo, la mentira, la envidia y un largo etc., que aquejan a la humanidad. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por el pecado la Muerte, así también la Muerte se extendió a todos los hombres en base a lo cual todos pecaron” (Rom. 5:12).
El panorama no parece prometedor, “Por cuanto todos pecaron, y están privados de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). Y es el conflicto más grande de todos, por un lado la justicia debe ser satisfecha “Porque la paga del pecado es muerte” (Rom. 6:23), y por el otro “Dios es amor” (1Jn 4:8).
Sólo hay alguien que puede resolver tan grave problema, “Porque de tal manera amó DIOS al mundo, que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Jn. 3:16), así también “DIOS demuestra su mismo amor hacia nosotros en que, aún siendo nosotros pecadores, CRISTO murió por nosotros” (Rom. 5:8).
Y no todo acaba allí “Porque primeramente os entregué lo que también recibí. Que CRISTO murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que fue resucitado al tercer día” (1Cor. 15:3-4).
Sin importar que bien te este yendo o cuan bien crees que este tu vida, he entendido que todos necesitamos a Dios, solamente pretendo compartir mi experiencia como una buena noticia, y termino con una pregunta que le hizo Jesús a su amiga hace casi dos mil años.
“JESÚS le dijo: Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mi, aunque muera vivirá, y todo el que vive y cree en Mi, de ningún modo morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Jn. 11:45-26).
Citas tomadas de Biblia Textual IV Edición
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